- Se afirmó que las vacunas contra la rubeola, el sarampión y las paperas estaban relacionadas con afecciones neurológicas en los niños, como el autismo.
- Se descubrió que las afirmaciones del estudio eran falsas, pero muchas personas siguen creyendo en ellas.
- Incluso en este siglo hay mucha desinformación y pruebas no concluyentes sobre las vacunas.
Las redes sociales ayudan aún más al movimiento antivacunas, ya que pueden dirigirse directamente a su público.