Cuando los adultos mayores empiezan a desarrollar algún tipo de discapacidad, necesitan cada vez más apoyo emocional. En general, la familia proporciona ayuda emocional y compañía entre sus miembros. Sin embargo, el tipo de apoyo que los cuidadores familiares dan a los ancianos altera el equilibrio en su relación.
Las personas vulnerables demandan altos porcentajes de ayuda emocional que no pueden ser devueltos a los cuidadores. Por lo tanto, el cuidador debe estar dotado de altos suministros de apoyo psicológico y debe estar preparado para hacer frente a los emergentes problemas de salud mental del beneficiario.