Lección 4 Brotes de Enfermedades

La mejor manera de garantizar la seguridad de la población contra una enfermedad es la vacunación.

Varias enfermedades amenazantes que se caracterizan por ser prevenibles mediante vacunas siguen estando a nuestro alrededor.

La viruela es la única enfermedad prevenible por vacunación que ha desaparecido por completo.

 

La poliomielitis está a punto de desaparecer, pero todavía está presente en algunos países.

No obstante, a medida que aumentan las tasas de vacunación, se incrementan las posibilidades de que se produzca un brote prevenible por vacunación.

Otros factores que pueden aumentar las posibilidades de un brote son el hacinamiento, la falta de saneamiento adecuado, la desnutrición y el movimiento constante.

Según la base de datos de epidemias de la OMS, se han producido 400 brotes entre 2005 y 2014, excluyendo el sarampión, que podrían haberse evitado mediante la vacunación.

Un brote tiene lugar cuando los niveles de la enfermedad superan los esperados.

Desgraciadamente, el mayor reto para la protección contra estas enfermedades son los sentimientos antivacunas. Un gran número de planes de inmunización se ven afectados negativamente por la falsa o la falta de información, razones personales, religiosas y de otro tipo que les disuaden de vacunarse.

Dado que algunas enfermedades se han vuelto bastante infrecuentes gracias a la vacunación, la gente olvida lo peligroso que puede ser si se produce un brote.

Para evitar la transmisión de enfermedades infecciosas es necesario que la población adquiera un alto nivel de protección. Por ejemplo, debido a que el sarampión es muy infeccioso se necesita un 95% de inmunización entre la población para evitar brotes.

Si el nivel de inmunidad es inferior al 95% es muy fácil que una persona infectada provoque un brote en la población.

Ejemplo:

  • Un brote de sarampión volvió a aparecer en 2019.
  • En 1996, se registró el número más alto de casos de sarampión, pero esta cifra se superó después de 23 años.
  • En 2019, la OMS informó de un total de 869 770 casos en todas sus regiones. Se detectó un aumento de casos hasta 2019. Sin embargo, desde 2016 las muertes causadas por el sarampión casi aumentaron en un 50%, estimando que 207 500 personas murieron sólo en 2019.
  • Se sugiere que el aumento de casos y muertes por sarampión se ha debido a la falta de vacunación de los niños con las vacunas MCV1 y MCV2.
  • Para evitar brotes, el nivel de vacunación debe ser del 95% para proteger a las personas de posibles enfermedades o incluso de la muerte. Sin embargo, las tasas de vacunación de la MCV1 se han mantenido estables entre el 84% y el 85% durante una década, mientras que la cobertura de la MCV2 ha aumentado, pero sólo hasta el 71%.
  • Es importante señalar que a pesar de que la pandemia de COVID-19 ha predominado, el brote de sarampión aún no se ha resuelto.