Lección 4 El cáncer de vejiga

  • Los datos más importantes sobre el cáncer de vejiga y su tratamiento
  • El factor de riesgo más importante del cáncer de células falciformes
  • La información más importante sobre la prevención del cáncer de células falciformes

Fuente: https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/10815690/

El cáncer de vejiga representa alrededor del 3% de todos los cánceres y, en urología, es el segundo después del de próstata. Es más frecuente entre los 60 y los 70 años y es tres veces más frecuente en hombres que en mujeres.

En el momento del diagnóstico, el cáncer de vejiga es superficial en el 85% de los casos e infiltrativo en el 15%. La tasa de supervivencia a cinco años en Europa es mayor en los hombres (supervivencia relativa a cinco años estandarizada por edad en Europa, 69%) que en las mujeres (66%).

Factores de riesgo del cáncer de vejiga

El tabaquismo es el principal factor de riesgo del cáncer de vejiga, seguido de la exposición crónica a aminas aromáticas y nitrosaminas (comunes en los trabajadores del sector textil, de los tintes, del caucho y del cuero), la radioterapia que afecta a la pelvis, los fármacos como la ciclofosfamida y la ifosfamida, y la infección por parásitos como la Bilharzia y el Schistosoma haematobium, muy extendidos en algunos países de Oriente Medio (Egipto en particular).

La dieta también influye: los alimentos fritos y el consumo elevado de grasas se asocian a un mayor riesgo de cáncer de vejiga.

Por último, hay pruebas de un componente genético como factor de predisposición.

Los síntomas del cáncer de vejiga son comunes a los de otras enfermedades de las vías urinarias.  Los síntomas más frecuentes son la presencia de sangre en la orina (hematuria) y la formación de coágulos, la sensación de quemazón en la vejiga cuando se aprieta el abdomen, la dificultad y el dolor al orinar y el aumento de la propensión a las infecciones. A medida que la enfermedad avanza, estas molestias pueden ser importantes.

El cáncer de vejiga puede diseminarse localmente y a distancia por vía linfática, primero a los ganglios linfáticos y luego, a través del torrente sanguíneo, a los pulmones, el hígado y los huesos.

Su comportamiento no siempre es predecible en cuanto a recaídas, agresividad y metástasis.

Sin embargo, el enfoque terapéutico actual consiste en intervenciones combinadas, que pueden incluir cirugía, quimioterapia o inmunoterapia y radioterapia en diversas combinaciones

La supervivencia de los pacientes con cáncer de vejiga aumenta si se les trata precozmente con inmunoterapia (Atezolizumab) junto con la quimioterapia

Actualmente no existen programas de cribado científicamente fiables ni métodos de detección precoz. Incluso la citología urinaria puede dar falsos negativos si las células tumorales son difíciles de distinguir de las sanas. Por lo tanto, deben aplicarse medidas preventivas relacionadas con los hábitos de vida, que consisten en dejar de fumar, llevar una dieta sana y equilibrada y vigilar a los trabajadores de riesgo.