Las actividades de promoción de la salud dirigidas a los niñas y niñas son fundamentales para construir un estilo de vida saludable que les acompañará en la vida adulta.
Como ya se ha dicho, las poblaciones vulnerables, como los niños inmigrantes/refugiados y los niños de familias de bajo nivel socioeconómico, tienen que enfrentarse a problemas de salud específicos que afectan negativamente a su estado de salud. Por lo tanto, estos problemas deben abordarse específicamente para que los niños pequeños puedan desarrollar todo su potencial.
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En esta lección analizaremos los siguientes términos:
Las buenas prácticas de higiene pueden limitar la propagación de enfermedades infecciosas, preservando así la salud y el bienestar de los niños. En cuanto a las familias, el mantenimiento de una higiene adecuada disminuye las enfermedades y, por tanto, los costes sanitarios, y también mejora la calidad de las condiciones de vida y la autoestima de los niños.
La actual pandemia mundial de COVID-19 ha puesto de relieve el importante papel de mantener una buena higiene para proteger el futuro de la humanidad.
Lavado de manos
Lavarse las manos es una sencilla técnica que enseñar a los hijos e hijas con el objetivo de reducir su riesgo de caer enfermos. La mayoría de los gérmenes se propagan a través de las manos, ya que cada vez que tocamos una superficie los gérmenes se transfieren a nuestras manos. Luego, si nos tocamos la cara, la boca o la nariz, los gérmenes entran en nuestro cuerpo y podemos enfermar.
Ten en cuenta que es necesario aplicar tanto agua como jabón para lavarse bien las manos.
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Sin embargo, hay un problema importante que radica en la falta de voluntad gubernamental para invertir dinero en la construcción de alojamientos equipados con infraestructura sanitaria básica. Las letrinas, los contenedores de agua y el jabón son básicos para mantener las prácticas de higiene y deberían estar presentes en todos los alojamientos temporales o permanentes.
Las enfermedades no transmisibles se cobran 41 millones de vidas cada año. Esta cifra significa aproximadamente el 70% de todas las muertes mundiales.
Como se afirma en las lecciones mencionadas, las enfermedades no transmisibles son problemas de salud comunes durante la edad adulta, pero comienzan a desarrollarse desde una edad muy temprana. Los factores de riesgo suelen ser reversibles, por lo que su prevención es de gran importancia.
Los padres deberían centrarse en ayudar a sus hijos a adoptar un estilo de vida saludable, siendo ante todo modelos de conducta para ellos.
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Actividad física:
La actividad física ofrece una gran cantidad de beneficios para la salud. Al inicio del entrenamiento, libera el estrés, cultiva un sentimiento de plena energía, mejora los hábitos de sueño y fortalece el corazón, los músculos, los huesos y las articulaciones. Además, ofrece beneficios a largo plazo al aumentar la longevidad y disminuir el riesgo de enfermedades no transmisibles comunes como enfermedades cardiovasculares, diabetes mellitus e hipertensión. Cabe mencionar que también mejora la salud mental al disminuir el riesgo de depresión, trastorno de estrés postraumático, ansiedad y enfermedades psicóticas.
Descubre las nociones nutricionales básicas para niños y niñas de diferentes edades
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Ten siempre presente que eres tú quien controla lo que entra en casa. Mientras lleves comida sana, los niños se adaptarán y comerán lo mejor para ellos.
Sé un modelo para ellos. Si te ven consumir alimentos saludables, te imitarán.
Anima a tus hijos a tomar decisiones sobre lo que quieren comer.
Lea las etiquetas de los alimentos para tener conocimiento y control sobre los ingredientes que usted y su familia consumen (limitar el azúcar, la grasa, etc.).
No obligue a su hijo a comer y no utilice la comida como premio.
Limite el tiempo de pantalla. Esto puede llevar a que los niños sean más activos físicamente y al mismo tiempo ayudará a reducir la cantidad de aperitivos y snacks que comen.
Empiece a aplicar estos cambios mientras su hijo es aún pequeño.
Cómo llevar una dieta saludable según la OMS
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Sin embargo, no debemos olvidar que hay algunos grupos que necesitan alimentación complementaria.
En primer lugar, la nutrición de los bebés y los recién nacidos puede mejorarse implantando hábitos como la lactancia materna exclusiva desde el parto hasta los 6 meses, y una alimentación complementaria adecuada para los niños de 6 a 24 meses.
Los niños que sufren desnutrición deben ser examinados por los profesionales sanitarios. Según su estado de salud, podrían necesitar suplementos multivitamínicos o, en los casos más graves en los que no prosperen, deberían ser alimentados con suplementos de alto contenido calórico y ser evaluados por un especialista.
Además, las mujeres embarazadas y lactantes podrían necesitar suplementos de nutrientes (por ejemplo, calcio, hierro y folato).
Puede consultar el Módulo 2: Gestión de la salud y autocuidado para obtener más información.
La salud mental de los niños puede verse afectada desde una edad temprana y debido a diversas razones. Por eso los padres deben crear un entorno seguro y de apoyo para preservar la salud mental de sus hijos. Escuchar sus sentimientos, respetarlos, reforzar su autoestima y cuidarlos activamente es necesario para la estabilidad emocional y el bienestar de los niños.
Sin embargo, hay ciertas señales que los niños expresan y que los padres deben reconocer como una llamada de atención.
Si observa algún signo perturbador, póngase en contacto con su pediatra para que le consulte cómo manejar la situación.
Algunos niños con problemas de salud mental tendrán que recibir ayuda de un profesional sanitario. Puede ser necesario asistir a varias reuniones con un especialista en salud mental y/o seguir una determinada medicación. Hay muchos tipos de terapias, como la TCC (terapia cognitivo-conductual), mediante la cual los profesionales de la salud mental se centran en cómo las emociones y los sentimientos afectan al comportamiento.
El objetivo de estas prácticas es ayudar a tu hijo a afrontar los problemas por los que está pasando. Por lo tanto, trate de no preocuparse mientras se le proporciona la mejor atención a su hijo. Además, recuerde que la familia es fundamental para la salud mental del niño e intente crear un entorno aún más seguro y protector para su hijo.
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